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"A través de la escritura me relaciono con todo." Marcela Ramírez





viernes, 24 de agosto de 2012

cuatro de mi colección | horacio mengarelli


No debes viajar con muñecos. Se ocultan en los rincones más desafortunados de un coche. Vuelan para golpearte inesperadamente, aparecen debajo del pedal de freno. Con una brusca maniobra, los niños se estrellan la cabeza tratando de alcanzarlos.
En la escuela de conducción me dieron un mapa, me aconsejaron prudencia y me hablaron de esta leyenda urbana. Cuando mi tutor, a mi lado, impartió las primeras órdenes, me di cuenta: su voz sonaba metálica y parecía fluir desde la ubicuidad, no de su boca. Tal vez, su diminuto parlante se encontraba en el brazo que agitaba locamente al dar instrucciones, el derecho, aquel que los paramédicos no pudieron encontrar. Pero opinen lo que quieran. Continúo pensando hasta el día de hoy que alguien como yo, sólo por ser distinto, no puede ser la causa de estos accidentes.

2 comentarios:

  1. Es tan interesante lo se que cuenta como lo que no se cuenta, lo que nos queda imaginar a los lectores: sugerente e inquietante. (Me queda la imagen de los muñecos volando en un coche, el instructor, su voz, el brazo y ¿el partlantito?). Gracias, Horacio!

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  2. el texto como territorio de ocupación compartida :)

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